marzo 03, 2013

Cambio de planes



Sorprendente ha sido la última jornada del Abierto de Acapulco. Si analizamos la trayectoria de Nadal desde su vuelta al circuito, cualquier cronista lúcido podría haber escrito aquello de"Este hombre morirá al amanecer". Y habría estado totalmente justificado siendo su rival un alicantino, David Ferrer, que acumula más de una temporada de trabajo y buenos resultados.

Esta vez no ganó el jugador de mayor ránking y tal vez el motivo de esta derrota transcienda lo meramente físico, pues Nadal llegaba a México con dos torneos disputados tras siete meses de baja. Ferrer, por su parte,  había alcanzado el premio final en Buenos Aires y Doha y ya había perdido su primera final contra el Top 4 en Australia. Sería comprensible en estas circunstancias que Ferrer, en su inteligencia, identifique todavía a Nadal como parte del Big 4, ese jugador contra el que ha perdido hasta en 16 ocasiones- con ésta, 17- desde su primer encuentro en 2004. La del balear es una zurda incómoda para Ferrer, que ya cedió a desgana en la final de la pasada edición del Conde de Godó, el torneo en el que más cerca estuvo de arrebatar el trofeo al por entonces número 2 de la ATP.

Una vez más, comentaba, Ferrer ha claudicado ante un rival que solo ganó el 25% de los puntos al resto en su primera final ante el argentino Zeballos y que terminó sorprendiéndose a sí mismo con un nivel de juego imprevisible. Los músculos tienen memoria, y la memoria muscular de Nadal ha reaccionado a la vieja usanza en el final de una gira sudamericana que recordará con un sabor agradable. Además de por el prestigio del Open mexicano, también por ser la semana en la que el dolor en la rodilla que lastraba su movilidad ha quedado olvidado y le ha permitido confirmar su presencia en Indian Wells. Será en el territorio hostil de California donde se confirmará su evolución, el lugar en el que se volverá a juntar un Big 4 que no coincidía desde Wimbledon.

Mientras tanto, Djokovic

El líder mundial continuó su racha de victorias -cuenta con un porcentaje que supera en el último año el 90% de victorias sobre pista dura- ante el checo tomas Berdych. Una victoria diferente a las demás. Djokovic se enfrentaba ante el único jugador que, por su juego ofensivo de golpes muy planos directos y angulosos, podía inmiscuirse en su avance hacia la imbatibilidad. Reedita por tercer año consecutivo un título que ganó a Federer el año pasado. Esta vez, el heredero de Federer sobre pista dura- Berdych le ha derrotado sobre esta superfície en Miami 2010, Cincinnati 2011 y Dubai 2013- parece que ha dado un paso adelante para incluirse por méritos propios entre los jugadores más duros sobre cemento y justificar su lugar en el Top 10 mundial.

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